25/10/08


Te conseguí la luz del sol a medianoche, y el número después del infinito. E instalé la Osa Mayor en tu diadema, y tú seguías ahí como si nada.



Y duele quererte tanto, fingir que todo está perfecto mientras duele. Gastar la vida, tratando de localizar lo que hace tiempo se perdió...



Que triste es asumir el sufrimiento; patético es creer que una mentira, convoque a los duendes del milagro, que te hagan despertar enamorado.

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